Era jueves, faltaban cinco días para el martes. Me
había visto con Benja ese día, no la había pasado nada mal. Estaba confundida,
no podía creer lo estúpida que era. ¿Cómo podía dejarme llevar así por un
sueño? No entiendo. Recordaba pocas cosas de Casi Angeles con claridad, una de
ellas era esa charla con un doctor del NE, que hablaba de los sueños. Mejor
dicho, de los deseos de los sueños, del inconciente. Había algo en mi
inconciente que yo no quería dejar despertar, pero que lentamente se estaba
apoderando de mí, y no iba a parar hasta salir. Yo necesitaba hablar con
alguien, no sé si con Benja o con Peter, no sé si lo correcto era terminar con
ese sueño o perseguirlo, hasta llegar a algo.
Euge me llamó, había hablado con Peter y quería verme
para contarme todo. Arreglamos para vernos para cenar en mi casa, yo estaba
ansiosa.
Cuando llegó, mi intriga era inocultable. Ni me
esforcé en taparla, ya que a penas se sentó le exigí:
-¡Contá todo YA!
-Qué demandantes que estamos, eh. –Me dijo, y empezó:
-Bueno, mira. Anoche lo llamé, me hice la boluda y le empecé a preguntar sobre
él, sobre sus minitas, sobre vos. Me dijo que nada, había estado con alguna que
otra, pero hacía mucho que no estaba en algo serio, y lo extrañaba. A él le
gusta estar en pareja, viste como es. Entonces, le pregunté que onda VOS. Así
bien directa, y medio que quedo recalculando. Se hizo el gil, me dijo que vos
estabas con Benjamín y que el lo respetaba, que le encantaba tenerte como
amiga, o algo así. Que sos una parte importantísima de su vida, etcétera. Hablé
un montón con él y después de media hora de charla me dijo algo… Ay pero no te
das una idea de lo que me dijo, eh -Se rio. Yo la conocía muy bien y lo único
que quería era darme intriga.
-¿¡Qué te dijo?! Por dios, Eugenia, me muero de la
intriga.
-Me dijo que sigue flashenado con vos, que no ve tu
historia como algo cerrado. Bah, por lo menos no por parte de él. Se ve con
vos, se puede imaginar. Me parece que tenés que hablar con él, por lo menos
para dejar las cosas en claro…
-El martes. –Le dije, y traté de cambiar de tema. No
fue difícil, La China
lo notó al segundo y me acompañó.
Esa misma noche no me podía dormir. La China diciéndome que Peter
seguía flasheándola conmigo, el sueño, todas las sensaciones juntas. Necesitaba
hablar con Peter, dejar las cosas en claro. Toda esa vida junto a Benja se
estaba destruyendo por un sueño. Un sueño. Eso era, nada más y nada menos que
un sueño.
Aproveche el viernes para hacer unas comprar, y después para ir a
almorzar a lo de mis viejos. Me recibieron como siempre, felices de tenerme
junto a ellos, con la televisión de fondo. Son esas cosas las que siempre nos
recuerdan de dónde venís y a dónde nunca queremos dejar de pertenecer.
-¿Cómo va todo con Benja? –Me preguntó mi mamá. Y sí, ella lo tenía que
hacer, no había persona más indicada que mi vieja para meter el dedo en llaga.
-Todo bien –Mentí. Aunque no me gustaba hacerlo, una parte de mi creía
que estaba exagerando las cosas haciéndome tanto problema por un sueño y un
testimonio de La china.
Comimos en paz, como a las 4 de la tarde fui a pasear por ahí. Me
encontré con varias chicas, me pidieron fotos y autógrafos, lo hice medio
desganada pero con la mejor onda que pude. Una chica me preguntó inocentemente
si estaba de novia con Peter Lanzani, me reí y lo negué. Es tan irónico como
esas cosas que son cotidianas y no llaman para nada la atención empiezan a ser
tan importantes en la vida. Es como cuando no conoces una marca y no la
escuchar nunca, pero cuando la aprendes la ves en todos lados. Peter ahora
estaba en todos lados, como las marcas, y lo más extraño era que no me
molestaba su presencia, más bien me intrigaba. Necesitaba entender por qué
estaba ahí, nuevamente en mi vida.
-Martes. –Pensé. Lo único que quería que llegue ese
día, necesitaba sentir algo al verlo para saber si iba enserio o no, necesitaba
entenderme.
Re lindo!!! Que llegue el martes jaja, un beso y seguila @MartuPerichinsk
ResponderEliminarMaaas!
ResponderEliminarOtro otro
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