miércoles, 21 de agosto de 2013

#ParaVos Capítulo 4



Era jueves, faltaban cinco días para el martes. Me había visto con Benja ese día, no la había pasado nada mal. Estaba confundida, no podía creer lo estúpida que era. ¿Cómo podía dejarme llevar así por un sueño? No entiendo. Recordaba pocas cosas de Casi Angeles con claridad, una de ellas era esa charla con un doctor del NE, que hablaba de los sueños. Mejor dicho, de los deseos de los sueños, del inconciente. Había algo en mi inconciente que yo no quería dejar despertar, pero que lentamente se estaba apoderando de mí, y no iba a parar hasta salir. Yo necesitaba hablar con alguien, no sé si con Benja o con Peter, no sé si lo correcto era terminar con ese sueño o perseguirlo, hasta llegar a algo.
Euge me llamó, había hablado con Peter y quería verme para contarme todo. Arreglamos para vernos para cenar en mi casa, yo estaba ansiosa.
Cuando llegó, mi intriga era inocultable. Ni me esforcé en taparla, ya que a penas se sentó le exigí:
-¡Contá todo YA!
-Qué demandantes que estamos, eh. –Me dijo, y empezó: -Bueno, mira. Anoche lo llamé, me hice la boluda y le empecé a preguntar sobre él, sobre sus minitas, sobre vos. Me dijo que nada, había estado con alguna que otra, pero hacía mucho que no estaba en algo serio, y lo extrañaba. A él le gusta estar en pareja, viste como es. Entonces, le pregunté que onda VOS. Así bien directa, y medio que quedo recalculando. Se hizo el gil, me dijo que vos estabas con Benjamín y que el lo respetaba, que le encantaba tenerte como amiga, o algo así. Que sos una parte importantísima de su vida, etcétera. Hablé un montón con él y después de media hora de charla me dijo algo… Ay pero no te das una idea de lo que me dijo, eh -Se rio. Yo la conocía muy bien y lo único que quería era darme intriga.
-¿¡Qué te dijo?! Por dios, Eugenia, me muero de la intriga.
-Me dijo que sigue flashenado con vos, que no ve tu historia como algo cerrado. Bah, por lo menos no por parte de él. Se ve con vos, se puede imaginar. Me parece que tenés que hablar con él, por lo menos para dejar las cosas en claro…
-El martes. –Le dije, y traté de cambiar de tema. No fue difícil, La China lo notó al segundo y me acompañó.
Esa misma noche no me podía dormir. La China diciéndome que Peter seguía flasheándola conmigo, el sueño, todas las sensaciones juntas. Necesitaba hablar con Peter, dejar las cosas en claro. Toda esa vida junto a Benja se estaba destruyendo por un sueño. Un sueño. Eso era, nada más y nada menos que un sueño.

Aproveche el viernes para hacer unas comprar, y después para ir a almorzar a lo de mis viejos. Me recibieron como siempre, felices de tenerme junto a ellos, con la televisión de fondo. Son esas cosas las que siempre nos recuerdan de dónde venís y a dónde nunca queremos dejar de pertenecer.
-¿Cómo va todo con Benja? –Me preguntó mi mamá. Y sí, ella lo tenía que hacer, no había persona más indicada que mi vieja para meter el dedo en llaga.
-Todo bien –Mentí. Aunque no me gustaba hacerlo, una parte de mi creía que estaba exagerando las cosas haciéndome tanto problema por un sueño y un testimonio de La china.
Comimos en paz, como a las 4 de la tarde fui a pasear por ahí. Me encontré con varias chicas, me pidieron fotos y autógrafos, lo hice medio desganada pero con la mejor onda que pude. Una chica me preguntó inocentemente si estaba de novia con Peter Lanzani, me reí y lo negué. Es tan irónico como esas cosas que son cotidianas y no llaman para nada la atención empiezan a ser tan importantes en la vida. Es como cuando no conoces una marca y no la escuchar nunca, pero cuando la aprendes la ves en todos lados. Peter ahora estaba en todos lados, como las marcas, y lo más extraño era que no me molestaba su presencia, más bien me intrigaba. Necesitaba entender por qué estaba ahí, nuevamente en mi vida.

-Martes. –Pensé. Lo único que quería que llegue ese día, necesitaba sentir algo al verlo para saber si iba enserio o no, necesitaba entenderme.

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