Me quedé petrificada, esta avergonzada, aunque en el fondo me alegraba
que lo hubiera descubierto así. No sabía cómo iba a decirle todo y esto me
había facilitado las cosas. Tomé valor y le respondí.
-Peter… Hola –Mi voz temblaba, me moría de vergüenza. Él no respondió, pero se escuchaba su respiración agitada del otro lado del teléfono. –Con respecto a lo que escuchaste. Yo…
-Peter… Hola –Mi voz temblaba, me moría de vergüenza. Él no respondió, pero se escuchaba su respiración agitada del otro lado del teléfono. –Con respecto a lo que escuchaste. Yo…
-No quiero hablarlo por teléfono, me parece que no da mucho… ¿Puedo ir
para tu casa? –Se me aceleró el corazón.
-Sí, venite. –Le dije, y corte.
*Cuenta Peter*
Estaba nervioso, pero menos de lo que esperaba. Más que nervioso estaba
feliz. Eran un montón de situaciones simultáneas.
-China, me voy. –Le dije, mientras me ponía la campera. Ella adivinó que
algo estaba pasando.
-¿A dónde?
-A la casa de Lali.
-¿Qué? –Gritó
-Sí, no digas nada a nadie. Es que atendí tu cel y ella dijo algo de que se había peleado con Benja, que
le había dicho que sentía cosas por mí, que no sé qué. Vamos a hablar en
persona, me parece lo correcto.
La china sonrió.
-¡Por fin! Dos de mis mejores amigos juntos, otra vez. Estoy tan
contenta, muchísima suerte, ¿sí? Olvidate de todo, hermanillo, de Benja, de
todo.
-Obvio –Le sonreí, y me fui.
*Vuelve a contar Lali*
Estaba tan nerviosa, y no sé por qué. No era una persona timida, o que
quedaba paralizada en situaciones. Este último tiempo había sido todo así,
siempre. No sé por qué, pero había cambiado muchísimo en unas semanas. Mi vida
se había dado vuelta.
Le mandé un whatsapp a Cande:
Lali: -Estas despierta?
Cande: -Sí, pasa algo?
Lali: -Peter está viniendo
para acá… Le dije todo a Benja.
Me llamó al instante, pero le corté. No quería hablar con nadie, creo
que ni tenía voz de lo nerviosa que estaba. ¿Eran nervios o alivio?
Le mandé el último whatsapp a Cande, antes de apagar mi celular, no
quería ninguna interferencia.
Lali: -Ahora no puedo
hablar. Mañana a la mañana voy a tu casa, a primera hora estoy ahí. Te quiero
mucho.
Cande: -Yo también, suerte!
No hice nada, giré por la casa, me cambié de ropa quince veces. Antes
estaba hecha un desastre, pero no me quería arreglar, parecería que estaba muy
pendiente de su visita, que me había preparado especialmente para él y no daba.
Recibirlo en pijama era demasiado. Y en ropa de estar en casa, peor. Me
decidí por unas calzas simples y una remera, me lavé la cara para disimular
todo.
Me quedé sentada esperando que suene el timbre.
Sonó.
Y yo fui a abrirle.
QUE GENIAL TODO ESTO.
ResponderEliminarDeseando que en unos meses se haga realidad!!!
Espero el proximo!
ok! porque lo terminas ahi??? porqu!???????e!????? muy buen cap besito.
ResponderEliminar@AnglesCasi.
No la podés dejar así, seguila me encanta!! Un beso @MartuPerichinsk
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